Así sería Barcelona sin bares ni restaurantes ni terrazas

Raquel regenta hace 15 años el bar La Candela en la plaza de Sant Pere, una zona difícil, que su -única- terraza dulcificaba un poco. Pero ello no evitó la orden del ayuntamiento de cambiar su velador de ubicación -a peor- retirar dos de sus ocho mesas, y eliminar las plantas o elementos que la hacían más cálida. Hasta la multaron por tener una trona infantil que un cliente acababa de utilizar, "sin que nunca hubiera habido una sola queja vecinal". En un entorno laboral que el distrito de Ciutat Vella le ha complicado, esta mujer ha sido esta mañana de miércoles uno de los rostros reales que han presentado la campaña con la que el sector de la restauración quiere llamar la atención de los alcaldables de Barcelona e ilustrar cómo sería esta ciudad sin sus bares, restaurantes y terrazas.

Cinco vídeos relatan situaciones cotidianas que han estado a punto de darse en estos últimos cuatro años, ya que son muchos los hosteleros que han propuesto ir a la huelga. Bajo el mandato de Ada Colau la tensión entre el ayuntamiento y el sector ha sido máxima. Tanto por la aplicación de la ordenanza de terrazas que obligaba a recortar muchas de estas, incluso centenarias, como por el presunto caso omiso -consideran- que se ha hecho en Ciutat Vella de la modificación de esta ordenanza que se aprobó el año pasado con el aval de prácticamente toda la oposición municipal.

Cierres y despidos

Los 70.000 trabajadores del sector serán los principales difusores de estos breves mensajes desde las redes sociales, con los que aspiran a sensibilizar a los candidatos. En ellos se reproduce un día sin un bar de barrio, el despedido de un camarero maduro cuya empresa ha sido puesta contra la espada y la pared por el consistorio, el cierre de un local centenario, o la ruta de un grupo de jóvenes buscando una terraza donde tomar algo sin éxito y que acaban de botellón en un banco.

El director del Gremi de Restauració de Barcelona, Roger Pallarols, ha presentado la iniciativa acompañado también por Emilia Castells, del centenario Bar Castells de la plaza de Bon Succès, que ha denunciado el mismo marcaje en esta plaza, donde de 12 pasó a ocho mesas y ahora le quieren "quitar más, pese a ocupar un rincón que cuando no estamos se llena de suciedad", ha relatado. Para Pallarols, "la política contra la restauración de Colau" es insostenible en una ciudad como Barcelona. "Ha mostrado total falta de empatía y complicidad con un sector estratégico", se lamenta.

A los alcaldables les piden restablecer el diálogo; un cambio de rumbo ante las "arbitrariedades" cometidas en Ciutat Vella, donde piden que se revisen la treintena de revocaciones dictadas el año pasado;  así como la desjudicialización del conflicto de las terrazas, ya que muchos afectados se ven obligados a recurrir a la justicia, donde "ganan los casos", señala Pallarols.